Las subvenciones permiten a las empresas de nueva creación acceder a recursos para financiar sus inversiones iniciales. No obstante, el emprendedor no debe contar con éstas en el momento de elaborar su plan económico-financiero, ya que su concesión en algunos casos está supeditada a criterios de obligado cumplimiento y, en otros, a su evaluación bajo criterios de concurrencia competitiva.
En general, las subvenciones para emprendedores se solicitan una vez se ha constituido y puesto en marcha la microempresa, con la excepción del Pago Único por Desempleo. La subvención se percibe con una cierta demora tras su solicitud. De forma paralela, también existe un conjunto de ayudas que deben ser requeridas antes de la puesta en marcha de la empresa.
Las principales subvenciones para la creación de empresas son las siguientes:
– Pago Único por Desempleo, del Instituto Nacional de Empleo.
– Emprender en Femenino, del Instituto de la Mujer.
Las subvenciones son, en la mayoría de los casos, publicadas anualmente; sin embargo, los requisitos para su solicitud no cambian sustancialmente de un año a otro. A continuación se presentan las convocatorias más recientes de las ayudas mencionadas anteriormente. El plan de negocio es de nuevo un requisito indispensable entre la documentación requerida en todas las solicitudes.
Una vez que la empresa ha arrancado su actividad, existe una importante variedad de subvenciones, dependiendo del sector al que pertenezca, las necesidades de Investigación, Desarrollo e Innovación del negocio, el territorio donde la empresa desarrolla su actividad, etc. Se trata de ayudas y subvenciones para la consolidación de empresas.